Frustrante experiencia escolar, no exenta de conflictividad, que suscita rechazo hacia la educación academicista.
Arraigado sentimiento de incapacidad en lo académico, que se manifiesta en actitudes de rebeldía y contestación social.
Marcada tendencia a funcionar con objetivos a corto plazo.
Motivación elevada por una formación de carácter profesional.
Pertenecen a familias de extracción socio económica baja o media baja, frecuentemente perceptoras de ayudas sociales.
PERSONAS JÓVENES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES:
Personas con mayores dificultades que el resto de los alumnos para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículum que les corresponde por su edad.
Necesitan adaptaciones curriculares para compensar dichas limitaciones.
Jóvenes que han sido “expulsados” del sistema educativo tradicional, y que necesitan adquirir habilidades específicas que les permitan adquirir los conocimientos de un oficio, lo que les facilitará, posteriormente, su inserción laboral.
PERSONAS DESEMPLEADAS CON NECESIDADES DE CUALIFICACIÓN:
Personas que carecen de experiencia laboral.
Con nulo o poco reconocimiento de cualificaciones profesionales.
Personas con experiencia profesional que la crisis ha dejado sin empleo y precisan de un reciclaje.
Profesionales en ocupaciones que no demanda el mercado de trabajo y necesitan una reorientación de su perfil.
Una creciente presencia de personas usuarias de Servicios Sociales.